ROSCÓN DE REYES

Bueno hoy ya es último día de navidad y lo que no habrá faltado en ninguna casa habrá sido el roscón de reyes, el último dulce que comemos antes de pasar a estar una semana a dieta para cumplir el propósito del año nuevo, aunque todos/as sabemos que continuaremos con los turrones hasta marzo… Bueno a lo que voy, me imagino que la mayoría de roscos habrán sido comprados, pues bien, aquí os dejo la receta para que el año que viene no tengáis que comprarlo y lo hagáis vosotros/as mismas, en realidad no cuesta nada, simplemente hay que tener un poco de paciencia porque hay que dejarlo reposar, pero vamos, lo podemos dejar reposar mientras dormimos, nos vamos a la calle… es decir, no nos quita nada de tiempo. Espero que os animéis porque realmente es muy fácil y está riquísimo.

Ingredientes

Para el azúcar glas aromatizado

120 gr. de azúcar glas

La piel de medio limón (solo la parte amarilla, lo blanco amarga)

La piel de media naranja (solo la parte naranja, lo blanco amarga)

Para la masa madre

70 gr. de leche entera

10 gr. de levadura fresca

1 cucharadita de azúcar

130 gr. de harina de fuerza

Para la masa

60 gr. de leche entera

70 gr. de mantequilla (a temperatura ambiente)

2 huevos

20 gr. de levadura fresca

35 gr. de agua de azahar

450 gr. de harina de fuerza tamizada

1 pellizco de sal

El azúcar glas   (120 gr.) que hemos aromatizado anteriormente.

Para decorar podemos usar, frutas confitadas (en mi caso naranjas), huevo batido, guindas en almíbar y azúcar.

ELABORACIÓN:

Lo primero que tenemos que hacer es preparar el azúcar glas aromatizado, para ello rayaremos  la piel del medio limón y de la media naranja y lo mezclaremos bien con el azúcar glas.

Posteriormente hay que preparar la masa madre. Templaremos la leche y la verteremos en un bol, y desharemos la levadura fresca en ella con la ayuda de los dedos. Después añadiremos el resto de ingredientes, y lo mezclamos todo hasta formar una bola.

Ponemos en un bol agua templada e introducimos la bola de masa madre en el. Tenemos que esperar a que flote, que suele ser unos 10 minutos.

Una vez que la bola de masa madre haya flotado ya podemos hacer la masa principal. 

Para elaborar la masa principal, ponemos en un bol pequeño la leche templada, y desharemos la levadura fresca con los dedos, como cuando hicimos la masa madre. En un bol más grande pondremos la harina tamizada. Una vez que tenemos la harina tamizada en el bol, en el centro le hacemos un agujero (como si fuese un volcán). Y en ese hueco vamos a empezar a añadir los ingredientes. Primero añadiremos los huevos, la leche tibia con la levadura que hemos mezclado anteriormente, el azúcar glas aromatizado que hemos preparado al principio, la mantequilla, la pizca de sal, y por último ponemos la masa madre y el agua de azahar.

Vamos mezclando los ingredientes con la ayuda de las manos, siempre de fuera hacia adentro, es decir, vamos empujando a la harina hacia el resto de ingredientes. Este paso hay que hacerlo de manera un poco enérgica. Cuando esta todo bastante bien mezclado, embadurnamos la mesa o la encimera con aceite o harina y volcamos el contenido del bol sobre esta y lo seguimos amasando (con las manos también aceitadas, porque si no se nos pegará). Cuando hayamos conseguido una mezcla muy homogénea y elástica, haremos una bola nuevamente y dejaremos reposar para que aumente su tamaño. La pondremos  dentro del bol que hemos usado para mezclar los ingredientes, lo tapamos con papel film y esperamos a que aumente su tamaño. ¿Y cuanto tiene que aumentar? Pues, tiene que doblar su tamaño, aproximadamente son 2 horas, 2 horas y media. (truco: si el ambiente de la habitación es más bien templado, subirá antes, si hace un poco de fresco tarda más, aunque tampoco es necesario poner la cocina a 30 grados, a 20-22 grados de temperatura, es decir, a una temperatura agradable es suficiente).

Una vez que la masa ha doblado su tamaño, la volvemos a volcar sobre la encimera o la mesa y la dividimos en 2. No os he dicho, pero nos salen 2 roscos. (a ver si alguien quiere un rosco muy grande, pues no es necesario dividirlo, pero divididos sales bastante grandes, ya veréis más adelante en las fotos. Una vez que lo hemos dividido, con cada mitad hacemos una bola. Después le damos forma de rosco metiendo los dedos en el  centro y vamos agrandando el agujero. (si la masa tiende a encogerse es que no está bien relajada, así que la dejamos reposar otros 10 minutos para poder manejarla mejor). Una vez dada la forma de rosco, lo colocamos sobre una bandeja de horno a la que habremos colocado papel de horno. Un truco para que no pierda la forma es poner un aro de emplatar o un corta pastas redondo aceitado en el centro.

Ahora lo tenemos que volver a dejar reposar de nuevo hasta que vuelva a doblar su volumen. Para ello cubriremos la bandeja con una toalla o con un trapo. (Es importante no estar enredando, es decir, no estar tocándolo o levantando la toalla, porque entonces no subirá bien. Se me ha olvidado decir esto en el primer levado de la masa). Vuelve a tarde levar unas 2 horas.  

Cuando haya levado toca el turno de adornarlo, esto va muy al gusto, hay gente que le echa almendras laminadas, un sinfín de frutas confitadas… yo en mi caso he puesto naranjas confitadas, guindas en almíbar, y azúcar. (Para conseguir el azúcar para decorar, ponemos en un pequeño bol azúcar y le echamos un poquitín de agua, la cosa es que se haga una masa densa, no que se deshaga el azúcar, que queden como plastones). Entonces, pintamos con huevo batido el rosco y colocamos nuestros elementos decorativos. 

Una vez que tengamos nuestro rosco ya decorado lo meteremos en el horno previamente precalentado a 180 grados y lo hornearemos a esta temperatura durante unos 10 minutos, pasados los 10 minutos bajaremos la temperatura a 160 grados y lo continuaremos horneando durante 10 minutos. (si vemos  que se tuesta demasiado, podemos poner papel de aluminio por encima). Lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.

Y ye tenemos nuestro riquísimo rosco. Ahora sólo queda abrirlo y rellenarlo de lo que más nos guste, nata, crema, trufa… (También se puede comer así) a! y no olvidarse de meter el haba y la figurita.

¡BUEN PROVECHO!

                                               MIRIAM